viernes, 5 de junio de 2015

Estiramientos de Cadenas Musculares: una práctica transformadora

Escribe Francesc C. después de su clase semanal de Estiramientos de Cadenas Musculares:
 " Amb relació a la classe d'ahir, unes paraules.
A la sensació cada cop més coneguda d'anar tranquilament caminant per tornar a casa "i ja arribaré", respectant el meu tempo personal....

 va emergir una nova sensació: que no hi ha una manera fixa de ser dintre el meu cos, d'habitar-lo, de reconéixe'l i que és possible descobrir noves possibilitats, a mida que vaig estovant les rigideses musculars, desde una confiança creixent, emergeix una nova forma, encara sense definir totalment, més harmoniosa, auténtica i segura que l'anterior... ".

"Con relación a la clase de ayer, unas palabras.
Con la sensación cada vez más conocida de ir tranquilamente andando para volver a casa "y ya llegaré", respetando mi tempo personal....
ha surgido una nueva sensación: no hay una forma fija de ser en mi cuerpo, de habitarlo, de reconocerlo, es posible descubrir nuevas posibilidades a medida que voy ablandando las rigideces musculares. Desde una confianza creciente, emerge una nueva forma, aún sin definir totalmente, más harmoniosa, auténtica i segura que la anterior..."

Hace unos días nos compartió nuestro profesor Jorge Ramón Gomaríz, en una supervisión de profesionales, que una persona en formación le pidió que le explicara el porqué de sus cambios internos además de físicos, si en la formación de Estiramientos de Cadenas Musculares, no "hacían nada" para ello.
 Comprendo perfectamente su pregunta, ya que yo se lo planteé en mi formación de un modo parecido (después de dedicarme profesionalmente a la psicoterapia durante 20 años, tenía mis preguntas al respecto).
Hoy día veo en la misma pregunta una respuesta : "no hacemos nada". Me explico.
Durante la práctica corporal de los Estiramientos, una vez instalada la posición para estirar, durante los 2 o 3 ' que dura el estiramiento, proponemos una posición interna de "simplemente estar ahí", "estar presente", "sentir el cuerpo"...En ello está implícito una escucha activa, una contemplación de lo que sucede en tus sensaciones,es decir,  "dejar de hacer mentalmente, egoicamente".Paradójicamente es como volverse más activamente receptivo.
 Esto es la práctica de la Atención plena, lo que hoy día se ha popularizado como Mindfullness.
 Esa actidud de "dejarse hacer por el estiramiento" nos enseña una actitud para la vida ya que comprobamos con el paso de las clases de estiramientos, que suceden cosas interesantes cuando dejo de esforzarme tanto por hacerlo YO. Si me retiro un poco sucede lo que necesita suceder en mi cuerpo y se abre un proceso de cambio.
 Ese "permitir más que forzar" tal como nos lo ha enseñado el creador de esta práctica corporal, es utilizar el lenguaje que necesita tu cuerpo para liberar su tensión.La tensión no se libera por el esfuerzo del YO.
Esto es clave para una transformación que abarca tanto al aspecto físico, como el mental-emocional e imprescindible para que los cambios en el cuerpo sean duraderos.
Una vez  estás en la postura de estirar, el tejido recibe "ese no hacer del ego" y lo traduce en liberación de los nudos, resistencias, frenos, contracciones por lo cual se  produce una elongación más profunda, más global, ya que abarca la totalidad cuerpo-mente. La postura propone trabajo físico de elongación y la atención plena es la llave que abre las puertas en tu cuerpo.
Sin duda salir del paradigma del esfuerzo, del logro, del cuanto más mejor, nos cuesta. Hace falta un tiempo de práctica regular para que el "simplemente estar ahí"  cale en nuestra vida de forma rotunda, primero en clase y posteriormente se despertará esa actitud en todo lo que hacemos, en la forma de movernos, de relacionarnos con nosotros mismos y los otros.
Cada uno tiene su "tempo" como dice F. pero poco a poco nos dejamos ser y no hay una forma fija de ser,como él ha descubierto en su camino de vuelta a casa después de la práctica. Es hermoso descubrir que cada momento es distinto y que no hay un esquema concreto al que llegar. Sentimos que nuestro cuerpo cambia, que cambiamos con él, confiamos y "nos dejamos ser en el cambio". Aprendemos a soltar lo que retiene al cuerpo y la mente dentro de estructuras fijas, que aunque aparentemente nos dan seguridad nos encarcelan y normalmente nos producen dolor.
Cada uno/a encuentra su forma en cada momento de entregarse al son del cambio. Esta danza del cambio  es lo que nuestro ser manifiesta y nuestro cuerpo expresa de mil maneras distintas.
 "No hay una forma fija de ser en el cuerpo" y este no ser nada fijo ni en el cuerpo ni en la mente sorprendentemente se convierte ( una vez superada la angustia del no control) en una bendición y tiene el aroma de la naturalidad.
Gracias Jorge para siempre por abrirnos la puerta a este posibilidad.
Olga

Trabajo con el Potencial corporal 2019